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17 de septiembre de 2006

Санкт-Петербyрг - Caбaдo caбaдete

Эпиcoдиo II
Después de la noche toledana, me despierto por la mañana y me acerco a la sede central de mi hostal a que me registren la visa, trámite que hay que hacer en cada lugar en el que se para en Rusia. Luego iré al aeropuerto a recoger a Ella. Voy a pie y chispea. Hace un poco de frío, pero bueno, estamos en Rusia y si no que se lo pregunten a Napoleón. Desciendo por la Литейный пр, una calle, prospectiva enorme por la que los vehículos circulan a gran velocidad, aunque respetando los semáforos. Al cabo de un rato se cruza con la calle más famosa de Санкт-Петербyрг, la Hebckий пр, por la que sigo bajando antes de llegar al metro. En el metro, compró una ficha para entrar y la escalera mecánica me baja hasta el anden. Estoy un poco despistado porque no se ven las vías, estoy en una sala enorme, con unas puertas metálicas en las paredes que se abren cuando llega el metro. Después de un transbordo, salgo del metro para coger un autobús con destino al aeropuerto. En mi ruso para principiantes le preguntó al conductor: " Pulkovo? Aeroport?" y el tío me dice que da, pero que pulkovo adin(uno) no pulkovo dva (dos). Yo le digo que da también y le pregunto por el bilety. Me indica que pase y me siente. Pues bueno. Cuando sale el autobús, un muchacho que estaba sentado se levanta y pasa vendiendo los biletys. Pago religiosamente. El autobús llega al aeropuerto bastante rapidito y allí soy sometido a un nuevo control de entrada. Bajo a la sala de llegadas y a los dos minutos aparece Ella. Deshacemos el camino recorrido, llegamos al hostal (con la tontería son casi las tres) y buscamos un sitio para comer. Cerca del hostal hay un restaurante pijín, según la guía, y además los rusos comen un poco como los españoles, es decir, tarde. Comemos y decidimos comenzar la exploración de la ciudad. Cerca del hostel está el museo del asedio de Leningrado, pero llegamos y ya está cerrado, porque aquí suelen cerrar todo entre las cinco y media y las seis. Nos vamos a los jardines de Verano, y de ahí pasamos a los jardines de Mikjailovsky, antiguos jardines de residencias de zares, zarinas o grandes duques. Los rusos están ahora mismo muy restauradores, ya que muchos palacios, jardines e iglesias de la época imperial fueron abandonados, reutilizados o destruidos durante la guerra y la época soviética y da la impresión de que existe una cierta admiración por la época imperial, como si los 70 años de comunismo no hubieran existido salvo por la victoria en la WWII. Ejemplo de este empeño restaurador es la Iglesia de "el Salvador sobre la Sangre" (Cпac нa kpobи) que se puede ver en la foto. La iglesia fue construida a finales del siglo XIX en el lugar donde fue mortalmente herido el zar Alejandro II en 1881. La iglesia fue construida en estilo ruso tradicional, lo que choca un poco con el estilo predominate de la ciudad, que es occidental, fruto del espíritu europeista del fundador de la ciudad, Pedro I y de varios de sus sucesores. No se escatimaron medios con la decoración interior y los muros estaban cubiertos de mosaicos, los suelos hechos de mármol, etc... Hasta que en 1917 se transforma el templo en simple parroquia. Durante la guerra, sirve de morgue y posteriormente es alquilada por un teatro como almacen de material. En los años 70, y una vez olvidado el propósito de demolerla por carecer de valores artísticos, comienza la restauración.
Salimos de la iglesia y vagabundeamos un poco entre los canales. En San Petersburgo no hay tantos canales como en Venecia, pero no deja de haberlos. También tienen problemas de inundaciones y también tienen un sistema de diques en construcción. Entre tanto vagabundeo, nos dimos cuenta de que cada vez llovía más. A pesar de todo, fuimos también a ver la catedral de Kazan, que está en plena perspectiva Nievsky y que fue construida con San Pedro de Roma en la cabeza. Yo estaba hecho polvo de no haber dormido la noche anterior y del paseito del día de hoy, así que nos fuimos al hotel y yo me quedé roque mientras Ella acababa la presentación de su conferencia de los USA.
Continuará...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Apajonante tu dominio de la lengua de Tolstoi! Me quito el gorro de piel con orejeras y hago reverencia. Recuerdos a Sergei y Vladimir. Nos vemos este finde si te dejan salir los soviets. Esperamos en Minga con algo de cerveza, de los 6,1 millones de litros que esperan vender este año. Prost!!