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11 de enero de 2007

Enero 2007

La vuelta a Gva después de las vacaciones de Navidad solía estar marcada por la nieve, el frío, la oscuridad y el esquí. Este año se ha estropeado la máquina de nevar, la nieve brilla por su ausencia y hace sol y buen tiempo. No me lo puedo creer mientras escribo estas líneas, sudando la gota gorda gracias al puré de zanahorias que me estoy tomando. ¿Qué está pasando?
Fue ya hace un mes casi que Ella leyó su tesis y después fueron mis primeras navidades sin viaje a Gza desde el 99. Esto me dejó tiempo para ver a la gente más de una vez y disfrutar de mis sobrinos y de sus diabluras infantiles. También me dejó tiempo para plantearme lo absurdo de la existencia más allá de sus funciones básicas y para dejarme las yemas de los dedos con las cuerdas de acero de la guitarra. Se acaba de caer otra vez el colgador de toallas del cuarto de baño, tiene una ventosa que es una mierda: voy a recogerlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu sobrino mayor dice hostia ultimamente y con un tono de voz que no se yo a quien me recuerda... Tu no sabes la de problemas que crea esto... Desesperado ando. Un beso y un abrazo

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