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14 de febrero de 2009

Madrid y el deporte

Cumple años mi señora madre y decido, para celebrarlo, subir a chez mes parents en bicicleta. Madrid no es una ciudad especialmente adecuada para la bici, pero yo hace veinte años ya la usaba para bajar a chez mes grands parents y ahora, por las circunstancias de la vida, repito el camino al revés. La ruta atraviesa zonas pintorescas de Madrid: Atocha, El Retiro, la puerta de Alcalá... Eso sí, siempre rodeado de coches y aspirando los humos de sus tubos de escape.

Ayer voy a correr al Parque Sur, cerca de mi casa, aprovechando que los viernes se sale pronto de currar. El parque es bastante grande y tiene varios postes para hacer ejercicios: barras, bancos, vallas y hasta algunas máquinas geriátricas pero que también valen para pre-geriátricos. Pero vuelvo a casa y me rasca la garganta un montón, así que decido echarle la culpa a la contaminación ambiental: Madrid me está matando. Hablando de contaminación, mis ex-colegas de banda Mr.Vatios y Mr.Drummer han formado un nuevo grupo, una de cuyas canciones habla del espinoso tema de la polución, usando uno de los argumentos favoritos de Mr. V: que lo que se ve sobre Gva en los días despejados no es humedad.

Y antes de ayer aprovecho la visita de KN para ir a ver un partido de baloncesto como Dios manda, un Madrid Maccabi, un clásico europeo donde los haya. El partido se disputa en la antigua plaza de toros de Vista Alegre, en pleno barrio de Carabanchel, que, ventajas de vivir en los barrios humildes del sur de la capital, me pilla muy a mano. El partido no está mal, pero no es lo mismo que lo que veía cuando era jovencito, con Fernando Martín, Corbalán, Epi, Romay, Iturriaga, Villacampa, Norris, Solozábal, Sabonis y compañía. Eso sí, hay cosas que no cambian, como ese grito ancestral que pone los pelos de punta al que lo escucha (y a los que los tienen)


1 comentario:

Marikiya dijo...

El parque está genial. Dentro de nada te vemos hecho un cachas jeje