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15 de agosto de 2010

1913-2010

97 años dan para mucho. Dan para cuidar de dos familias o más, de hermanos y de hijos y de sobrinos y de nietos, dan para vivir una guerra y para ver nacer y morir a varias generaciones. Cuidar de tanta gente es mucha faena y tanta responsabilidad no puede llevarla cualquiera. Y hay que tener carácter y las ideas claras.
Durante una temporada, antes de irme a Gva, solía ir a comer a casa de mi abuela un día entre semana. Mi abuela era buena conversadora y me contaba sus historias de cuando vivía en la calle Luchana, de la calle Calatrava, ya cuando se casó con el abuelo y de toda la gente que había ahí. De lo poco que había que comer, de las enfermedades y desgracias familiares, de lo que había que trabajar para salir adelante. Y en el fondo, si ahora sus hijos y nietos viven sin estrecheces, se debe al esfuerzo y al trabajo de nuestros abuelos.

El sábado por la mañana me llamó mi madre y me dijo que mi abuela había muerto. En los últimos años su memoria se había ido borrando poco a poco y ahora se ha apagado del todo. Igual me pasa a mí lo mismo algún día y me olvido de todo. Si llega ese día, quisiera no poder olvidarme del amor y del cariño de mis abuelos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tienes razón, sin su trabajo, su esfuerzo y su intelegencia yo, por lo menos, no sería lo que soy, ni siquiera mi "rebeldía" habría tenido lugar sin su jodido mando.
Gracias por quererla tanto.