25 de octubre de 2011
Elefantito
Acaba la semana de la muerte de Gadaffi y del cese de actividades definitivo de la ETA. Han empezado a bajar las temperaturas en Madrid y ahora, en vez de achicharrarnos, nos pelamos de frío entre nuestras paredes de cartón. Yo he quedado con los dlG-S para ir a dar un voltio en la Morcuera, ya que para ir a la Pedriza hay que madrugar y ya se sabe que en España no se madruga pa ná. Pero a escasos quinientos metros del desvío a Manzanares, se me enciende la luz y, aprovechando que vamos en el ppmóvil, cambiamos de plan sobre la marcha y nos acercamos a las últimas calles de Manzanares para coger la senda Maeso. Empezamos a subir, dejamos el caracol a un lado y llegamos a la Gran Cañada. La turista accidental se sorprende por lo accidentado del camino, pero lo encuentra divertido. Y es que los caminos pedriceros son así: divertidos y de levantar mucho la pierna. En la subida final voy algo despistado y, cuando ya se oyen voces de dónde estamos y cuánto falta, aparece el elefantito de espaldas. Comemos y volvemos, disfrutando del sol de otoño y de la caída de la hoja.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
el martes, con un sol espléndido, la subida a Quebrantaherraduras me sorprende con la eterna belleza del circo de la Pedriza. La Charca verde, estaba oscura, tristona y con poca agua. El día, en su conjuncto fué discrecto, como el proyeto del arquiteto.
Besos ex-v
Publicar un comentario