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30 de noviembre de 2013

Río congelado

Si se aleja uno cien kilómetros de Mad puede llegar a pueblos de menos de cien habitantes. Ignoro cómo y de qué viven los indígenas, aunque puedo imaginarme, por experiencias pasadas, lo que es vivir en un pueblo pequeño. El caso es que justo al lado del pueblo pasa el río Jarama, casi recién nacido, y que está rodeado de bosques de melojos por los que se puede ir tranquilamente de paseo, aunque haga frío, esté nublado y el río se haya congelado. Dado que ya tenemos una edad, dejamos el bocadillo para otro día y terminamos comiendo en un restaurante, no vaya a ser que el balance calórico nos salga negativo y acabemos adelgazando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el sábado anterior la Casa de Campo también estaba congelada, la escarcha cubría todos los verdes, las maderas de las barandas de los caminos y el sol tímido no fué capaz de secarnos el moquillo de las narices.
ex-v