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23 de mayo de 2007

Fin de temporada

Martes 22 de Mayo 2007. La temporada de baloncesto ha acabado y para celebrarlo, el CERN basket club se reune para jugar una pachanga intensa e ir después a cenar. En la pachanga nos enfrentamos los suns (M,E,C,K,J,J,A and myself) contra el equipo dirigido por nuestro bienamado entrenador americano, al que consigo retorcer un codo al final del partido sin querer. Nuestro equipo juega bastante bien gracias a los cuatro campeones del mundo presentes en sus filas (M,J,A y yo) y ganamos fácilmente de once puntos. Tras el partido, reparto de premios: monedas de oro/chocolate para los vencedores y pringles hot&spicy para los perdedores.
Nos vamos a cenar. Encontrar un restaurante ginebrino que dé de comer a partir de las diez ha sido algo complicado. Al final E, un colega portugués, encuentra un restaurante tamén portugues que acepta recibirnos y en el que tardan hora y media en traernos la comida, tiempo que aprovechamos para tomar cervezas y charlotear. Al final de la cena, brindis y fotos. Nos despedimos y quedamos 3, J, A (la única muchacha del equipo) y yo y decidimos que salimos. Gva no es como Madrid y entre semana es complicado encontrar algo abierto hasta tarde. Los garitos cierran a la una y media o las dos. Llegamos a l'Usine, una antigua fábrica okupada al lado del lago, subimos al bar de la primera planta y a la una y media nos echan. Allí encontramos a un par de demandantes de asilo, uno de Gambia y otro jamaicano, que complementan la pensión que reciben del estado suizo mientras se resuelve su petición de asilo con el tráfico de sustancias estupefacientes. Al salir del bar se nos junta un tal Philippe, alias Bubba, que me regala un disco de su banda de metal genevoise y nos dice que en Artemise se juntan un grupo suyo de colegas y que nos invita. Artemise es otra antigua zona industrial desocupada, donde no hay nadie. Sólo un acróbata argentino-suizo que vive en una furgoneta abandonada y que se dedica a caminar por la ciudad en busca de comida, alcohol o drogas. Tras un rato de charleta en un patio (hace muy buen tiempo y se está muy agusto en la calle) Bubba dice que en Paquis (el barrio de putas ginebrino) hay un sitio que no está mal. Nos ponemos a caminar (hay sus buenos tres cuartos de hora de caminata) y ya en Paquis vemos que a esas horas sólo están las profesionales por la calle y lo único que hay abierto son los bares de champagne, que dicen los franceses.Decimos adiós a Bubba y acabamos en el piso de A tomando algo y la noche acaba en una espiral que nos deja en el miércoles por la mañana en un estado lamentable. ¿Quién dijo que el deporte era bueno?

1 comentario:

Anónimo dijo...

aunque llego a casa agotaíta busco un ratito para leerte. Preciosas las fotos de la Crête y un poco pericolosa la travesía de Geneve la nuit ¿no te parece?
Un besazo de la ex-vecina.