Vuelve el pecé

Fin de semana de reencuentro con viejos y nuevos amiguitos, cuyas fotos con las gafas naranja serán publicadas en cuanto mi acceso a la red se normalice. Aunque la nieve del domingo anula la celebración prevista en mi keli, eso me permite dar la brasa a los vecinos con la guitarra durante varias horas en vez de ponerme a cocinar y fregar platos. También me permite reinstalar el ordenador, que dormía abandonado en su caja, y comprobar que funciona gracias al visionado, por enésima vez, de ese gran filme, fundamental para entender la historia de la cinematografía moderna que es 300.

Una vez verificada la instalación, saco de la funda un dvd que le compré a un vendedor ambulante el otro día, Camino. La película, que ha sido pirateada gracias a que un miembro de la academia de las artes cinematográficas le ha pasado su copia a alguien, no está mal. A mí me dió un poco de miedo porque siempro que veo gente que habla del demonio me entra mal cuerpo. Y salen también muchos curas de estos que recomiendan a los demás que se sacrifiquen para llegar a Jesús. Sacrifícate tú, no te jode, y que te manden a tí las pruebas divinas que yo ya tengo bastante con lo mío.

Aunque para pruebas, las que le caen al profesor de La clase, tal es la traducción del entre las paredes original. Casi se me cae la lágrima de la emoción al ver a gente que se trata de usted y se dan la mano por las mañanas. Y cuando expulsan a un alumno del instituto por tutear al maestro. En fin, bref, voici la grandeur de la France. Es una pena no haberla visto con IJJ, pero estoy seguro de que se verá reflejado, en tanto que profesor de extrarradio, en M.Marin y su variopinto alumnado.