
Entre viaje y viaje llega la semana santa y me pilla en bragas sin haber montado ná. Así que decido ejercer de tío y primo responsable y ejemplo a imitar y me subo a mis primos y a mi sobrino mayor a la Pedriza. M solo tiene cinco años, así que para no traumatizarle y que vuelva algún día al campo no insistimos mucho cuando dice que paremos a comer. La Pedriza, que es el sitio más bonito del mundo y parte del extranjero, está espectacular de verde y huele a jara y tomillo y qué maricón que me está quedando el post.
1 comentario:
tienes razón: no hay casi nada como la Pedriza. Besos P.
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