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4 de febrero de 2010

38 y un día

Alguien decidió que lo que mejor podía sentarle a un ser camino de los 39 era una buena fondue de queso para cenar. Y así se le llevó por sorpresa hasta la calle del Divino Pastor y allí, tras abrir la puerta, aspiró el familiar aroma a queso, vino y gel quemao. Y bebió el vino y el kirsch y salió de allí bastante pesado. La otra opción para la cena, cortesía de Mr.Drummer, era ésta:



1 comentario:

ghab dijo...

Me negarás que es un planazo!