Después de una semana en la que la prima de riesgo de la deuda española no hace más que subir, desatando los rumores de un posible rescate de la economía española, el PdG, o quien quiera que gobierne porque da la impresión de que al PdG le han encerrado en algún sitio y han tirado la llave, se saca de la chistera privatizar la gestión de los aeropuertos, vender una participación en Loterías y no prorrogar la ayuda a los parados sin subsidio. Con tanta medida acertada, se relaja la tensión y de momento no nos rescatan. Sin embrago, no cuentan con la perfidia de los malvados controladores, seres abyectos que cobran una fortuna por jugar con circulitos en una pantalla y que el día 3 revientan tras pasar el consejo de ministros un decreto que consideran lesivo para sus intereses. Y se van de las torres y se monta el cirio en los aeropuertos el día de inicio del puente de la C. C y yo llegamos al aeropuerto, vemos el follón, y nos vamos a casa, que ya salimos escaldados del episodio del volcán islandés.
Cuando llegamos a casa, se confirma la noticia y los pérfidos controladores son entregados a la ira popular: ¿ A quién se le ocurre ganar tanto dinero y protestar? ¡Al fuego con ellos! El sibilino ministro de fomento, que lleva un año apuntando sobre ellos dado que son un blanco fácil, y el vicepresidente, maquiavélico primo del amigo S, salen a dar la cara y a decir que con el estado no se juega y que declaran el estado de alarma y militarizan el control aereo. Como Reagan. Estos son mis socialistas. De que el estado no juegue con nosotros no dicen nada, hasta la próxima bajada de sueldo de los funcionarios, claro, o la próxima subida del IVA, impuesto justo y progresivo donde los haya. Y seguirán con el juego de encontrar chivos expiatorios que justifiquen su indecencia y su incapacidad mientras nos dan por culo a todos.
Se me olvidaba decir que este finde íbamos a Gva. Y que yo tenía muchas ganas de ver a Coach M, a la Brll, a los trones, al Vatios, al G, a las hermanas G, al grumete y a tantos otros, pero que no ha podido ser. Pero cualquier otro fin de semana me planto allí.
P.D. Por si no había quedado claro, leed esto.
P.D.D. Y ya de paso, más lectura.
3 comentarios:
es fácil enfurecerse cuando te joden las vacaciones pero nunca se pregunta la gente ¿qué motivos tienen? En este caso la cuestión afectiva puede quitarnos subjetividad pero cuando cualquer clase de trabajadores trastorna la vida de otros trabajadores la cuestión debe ser siempre interesarse por los motivos de su protesta porque a lo mejor en otro momento los "jodidos" tienen que "dar por culo" a los que ahora nos enfurecen. ex-v
Ex-v: creía que estaba claro al leer el post que mi ira no iba dirigida contra los controladores, los epítetos están usados irónicamente. Comparaba el otro día esta huelga con la del metro y lo fácil que resulta para los gobernantes poner en contra de los huelguistas a la opinión pública mientras estos gobernantes nos quieren hacer comulgar con sus ruedas de molino.
Besos
Desde mi posición de afectado por la cerrazón del espacio aereo, opino DeKe: a cada cual su parte de culpa.
La postura de los controladores me parece admirable como colectivo. El "todos a una" me parece el arma definitiva para un trabajador. Desafortunadamente yo no la disfruto, al pertenecer a un gremio totalmente sometido "gracias" a su atomización e individualización. Si yo decido abandonar mi puesto de trabajo, enseguida aparecen una trouppe de monos con bombín que harán lo mismo a mitad de precio. Y lo digo como ingeniero (vale, como consultor... ya me bajo del pedestal) imaginemos la misma situación para un camarero, al que en la mayoría de los casos la avaricia del empresario hostelero lo único que le pide es que pueda poner una pierna delante de otra, y que lo haga por 500€ al mes (y digo lo que se le pide, no lo que realmente debería ofrecer un profesional, y a mis referencias paternas me remito)Lo que es indigno no es lo que cobra el controlador, son estos y otros derechos y privilegios concebidos por obra y gracia del espiritu santo, y mantenidos gracias a una politica sectaria y discriminatoria de contrataciones. Pero ojo, esos privilegios se los han dado esos que ahora salen a la plaza del pueblo a leer el bando del señor alcalde en el que se anuncia el escarnio público de los huelguistas-salvajes. Y hablo de ministros, periodistas y "oppinners" varios.
Tanto asco me dan unos como otros, tanto controladores como contertulios de toda índole. No tanto por las connotaciones laborales, sino por la falta de moral y el desprecio por el resto de nosotros, los que integramos la materia viscosa sobre la que flotan los privilegiados "croutons".
Los amigos controladores ha hecho algo despreciables, claro que no son los únicos que deberían avergonzarse. El agravio comparativo que estos nuestros congéneres se han permitido el lujo de perpetrar no creo que merezca la carcel, pero si el castigo. Mi posición como trabajador es acomodada, es cierto, y también tengo derecho a quejarme de mis condiciones laborales, y lo hago, pero hasta donde mi moral (y mi condición de asalariado) me lo permite. Eso si, he vivido muchos años de mi vida en una familia devastada por el paro y los salarios infrahumanos, que ha terminado con mi progenitor con el lomo partido, ninguneado por el ramo y machacado por el estado de los billetes de euro. Y aprovechando que se menciona el tema (creo que en el link que pones), ninguneado y machacado con el apoyo de los supuestos camaradas sindicalistas, a los que mi padre apoyó durante toda su vida, pagando cuotas, poniéndose pegatinas y reivindicando nuestra supuesta índole obrera, esa que nos hace a todos iguales, la que nos da fuerza como grupo. Me cago en las cuotas, me cago en las pegatinas y me cago en las reivindicaciones. Nuestros amigos los sindicatos son, en líneas generales y siempre refiriéndome a las personas (perdón por generalizar) y no a los supuestos ideales que representan, otra trouppe de monos con bombín. Si los controladores no tuviesen su propio sindicato habrían acabado aciendo otra de esas huelgas de mierda en las que la gente desfila blandiendo globos rojos y sonriendo porque "hoy no se va a trabajar... en cuanto termine el pasacalles nos vamos de cañas"
Por todo esto, y sin miedo a que mi argumento pueda parecer banal, digo que, a todos los arriba mencionados les tengo mucho asco... porque yo me merecía unas vacaciones.
Y ánimo con esa rodilla, champion!
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