16 de abril de 2011
Crimen y ¿castigo?
Muchos criminales acaban siendo capturados por no poder ocultar su crimen. El mismo Raskolnikov, sin ir más lejos, asaltado por el miedo y las dudas acaba confesando su delito. Así que no se me ocurre acción más temeraria que declarar en un blog público que ayer me fui sin pagar de un sitio. Yo lo intenté, estuve más de un cuarto de hora esperando a que los camareros de una terraza malasañera me cobraran. Me miraban, pero no me hacían caso. Así que en un momento dado, di dos pasos hacia la esquina y empecé a correr, con el corazón latiendo enloquecido hasta que me sentí a salvo. Espero que en cualquier momento aparezca la policía y me lleven a prisión por este crimen horrendo y espero poder confesarme de mis pecados y que se me otorgue el perdón, para no tener que salir a la calle soportando las miradas acusadoras de mis conciudadanos mientras murmuran: "Ahí va el ladrón"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Y encima no dejaste propina! Es como hacer puenting, una tontería, pero da subidón ;-)
Publicar un comentario