14 de julio de 2011
Cura
Llego a la consulta y en la puerta me encuentro a mi compañero de habitación en el hospital y a su mujer. Le molesta bastante la rodilla, porque tiene una artrosis algo avanzada y le tendrán que reoperar. Parece ser que se la ha jodido jugando al fútbol. Qué malos son los deportes de equipo, pienso. Cuando uno tiene pocos años sólo piensa en llegar a machacar en la canasta de mini y treinta años después tienes que retirarte con las rodillas destrozadas. Jarl. En fin, entran, salen, nos despedimos, me toca, me bajan la media antiflebitis, me miran, me tocan y me dicen que estoy estupendo y que siga musculando a tope. Necesito un cuádriceps fuerte para afrontar la vida sin LCA. Y que vaya a la piscina, que es lo mejor en estos casos. Y que haga bici, estática, eso sí, no vaya ser que me golpee la rodilla y sea peor el remedio que la enfermedad. Y que vuelva dentro de tres meses.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Ya he visto que lo de la piscina está chungo, no? Te has planteado lo de la bici estática entonces?
Publicar un comentario