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2 de octubre de 2012

Minga y el pollo Pepe

Estoy sentado en casa de M y B cuando llega su vástago, M, y me pide un libro de la estantería. Tras acertar con el que pide, me encuentro cara a cara con el pollo Pepe y mi vida cambia para siempre. Olvidémonos de la Oktoberfest, el weekend italiano, las cervezas, las salchichas y las atascadas autobahnen centroeuropeas.  Un simple libro infantil, escrito por una mente perversa, eso sí, es capaz de trastornar a un adulto que no dejará de cuestionarse por qué cuando lee una frase como "El pollo Pepe come mucha cebada, por eso tiene una enorme..." lo primero que le viene a la cabeza es la mujer del pollo. ¿Obsesión? Puede. ¿Irreversible? Posiblemente.

1 comentario:

DRMortin dijo...

Literatura infantil... sip.... sorprendente.
Si te ha gustado el Pollo Pepe, te recomiendo "El topo que quería saber quién se había hecho aquello en su cabeza"
A cuidarse majo!