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21 de noviembre de 2012

Peripecia hamburguesa - Das boot

El día transcurre frío y oscuro sin más. A la hora de la comida descubro que no se dice ni hallo ni guten tag ni ná. Lo que procede es mahlzeit, así que lo incorporo a mi lista de conocimientos imprescindibles. Acabamos temprano, aunque ya de noche, y el paseo por la orilla del Elba nos lleva hasta un submarino de la clase Tango convertido en museo. Tras arrastrarnos por su interior, y agradecer no tener que trabajar en un submarino, salimos al muelle y acabamos en restaurante portugués de nombre Galego. El camarero nos cuadra enseguida y la cena transcurre en portuñol entre copas. Salimos calentitos y volvemos a encerrarnos en el hotel, a escribir un rato y a dormir.

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