Durante una expedición por mi terreno de safari habitual veo unos pájaros pequeños con una combinación inusual de colores. Son inquietos, así que incluso con el pepino cuesta pillarles y hay que recortar para semi-apreciarlos. Buscando por acá y por allá, al final doy con la solución al enigma. Es un ficedula hypoleuca y esta es la época del año para verlos, mientras hacen un alto en su camino hacia África.
En otra expedición, me acerco a mi descampado favorito y docenas de pájaros despegan del suelo hacia los árboles más cercanos. Como en Esp existe una cierta tradición de coger pajaritos con red para comer pajarito frito o para enjaularlos y que canten, comprendo que estos carduelis carduelis prefieran mantenerse a distancia del ser humano. Aunque sea un ser humano tan majo como el menda.
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