Apretaba la calor, salieron los reyes en los vehículos con la corona en la matrícula, se restableció el tráfico y se fue la gente mientras los vendedores de banderas intentaban colocar los restos a turistas y despistados.
8 de junio de 2014
Poder divino
Salgo con el pepinete decidido a fotografiar a nuestro Jerjes particular y a su hijo, que le sucederá en el tradicional oficio de monarca como así establece nuestra constitución, jarl. En fin, lo mismo que no te llevas un tirachinas para cazar elefantes, es un ejemplo, lo mejor es llevarse un buen pepino para fotografiar a la realeza, ya que si no se convierten en manchas pixeladas en un fondo oscuro, ya sea con uniforme de marinero o de capitán general. Hablarán en los diarios de los vivas al rey, y los hubo. Gente, sin embargo, no había mucha ( o mucha menos que en gran parte de las manifestaciones que hemos vivido en estos últimos años ) y lo que sí que había eran policías, militares y autoridades civiles y eclesiásticas en esta simpática amalgama que damos en llamar democracia.

Apretaba la calor, salieron los reyes en los vehículos con la corona en la matrícula, se restableció el tráfico y se fue la gente mientras los vendedores de banderas intentaban colocar los restos a turistas y despistados.
Apretaba la calor, salieron los reyes en los vehículos con la corona en la matrícula, se restableció el tráfico y se fue la gente mientras los vendedores de banderas intentaban colocar los restos a turistas y despistados.
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