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8 de abril de 2005

Thursday night beers

Últimamente, o quizás más bien desde hace cinco años, no es extraño que me quede sopa a las nueve de la noche. La combinación sofá-tele me narcotiza. Por eso ayer, cuando me metí en la cama ligeramente achispado a las dos y media de la mañana, me sorprendí bastante a mí mismo. No suelo salir entre semana como lo hacía en Madrid,aquellos jueves después de los entrenamientos del GAII acabando en la iguana, con aquella oferta de tres copas-mil pelas. Copas de garrafón del bueno, pero copas al fin y al cabo, que mi organismo procesaba sin mayores complicaciones.
Mi organismo ahora está un poco más flojo, porque no ha procesado aún las tres o cuatro cervezas que me tomé anoche en el Mulligan´s con PGA. Mister A había llegado a GVA en viaje relámpago desde Madrid para una reunión de estas que hacen los científicos de campanillas y tuvo el detalle de llamarme. Así que tras una birrita de calentamiento, una pizza y un café, nos bajamos a GVA y entramos en el mulligan´s. El sitio no es muy grande pero tiene un hueco para actuaciones, en ese hueco habían conseguido meter a un guitarrista gesticulero, a un batería primo de Benny Hill y a un gordo semi-inconsciente que tocaba el bajo apoyado en la pared. El apiñamiento del público y la abundancia de cerveza propició la comunión espiritual de los allí reunidos, deteniendo el tiempo y el espacio hasta que cesó la música. Al ver que era ya la una y media y que al día siguiente debíamos consagrarnos a nuestras obligaciones profesionales, apuramos la última pinta y nos despedimos hasta la próxima aventura, quizá en las montañas, quizá en otras ciudades del mundo.

3 comentarios:

Edunardo dijo...

Hola, exvecina
el lado oscuro no lo publico, porque en ese caso la luz de mis noches me pondría los trastos en la calle. Esa objetividad...
Muchos besos

Anónimo dijo...

Quizás no sea la combinación sofá-tele lo que te narcotiza, sino más bien los efectos tardíos de esas 3 copas a mil pelas en la Iguana.

Yo también los sufro... aunque claro, eso no quita que el viernes estuviera hasta las 4 de la mañana en ese garito denominado Doblón o ayer mismo estuviera hasta las 7 recorriendo los peores antros de Huertas hasta llegar reptando cual iguana a mi morada con mi respetable morado (vulgar juego de palabras me ha resultado, pardiez).

Creo que somos las ratas de laboratorio con las que experimentan los efectos de la nueva droga del siglo XXI.

Un adicto a esa droga, es decir, al garrafón.

Anónimo dijo...

Hola, hola, hola

Sigo con interés tus andanzas literarias. También leo con asombro que una ratilla sedienta de garrafón se ha asomado a esta ventanita para respirar. Saludos, tocayo y camarada.

El viernes recibimos vuestra carta con las fotos. Muchas gracias. Cristina os manda besos. Sobre una de la fotos comentó que mi aspecto era de bastante gay y se escojonó todo lo que quiso y más de mi. Resignación.

Veo que enriquito sigue con sus biberones de barón dandy hasta altas horas de la madrugada. El sábado tuvimos boa y también me di al perjudicamiento personal.

Lo malo fue levantarse al día siguiente para ir a jugar un partido de baloncesto. Me dieron una serie de ostias estratégicamente localizadas. Lo que peor está es la muñeca derecha. Hoy me acercaré a ver si hay algo roto porque duele bastante.

Tengo los kekos preparados para la próxima vez que nos veamos. Los compré en navidad pensando en nuestros no muy frecuentes encuentros en la cuarta fase.

Besos, abrazos, un muerdo en el espinazo y patatín y patatán...