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19 de noviembre de 2007

Vicio y perversión

El viernes a las seis A, P y yo estamos hartos del despacho y nos vamos al R1 a por unas cervezas. Hay unas jarras muy monas de litro y medio y nos tomamos dos. Aparecen por allí los ángeles de P y AS me baja a Gva y me enseña su piso nuevo, que le va a costar un ojo de la cara mientras no encuentre colocataires. Me despido de AS y vuelvo a encontrarme con P en casa de IG y A, que nos han invitado a cenar. IG cocina estupendamente y P ha traído unos postres muy buenos. A continuación empieza a llegar gente y se monta una partida de poker. Pierdo 20 chf bastante rápido, compro otros 20, me recupero y acabo ganando 34, gracias a un par de bazas afortunadas. Acabo en L'Usine con P, D, L y A. Hay una soirée all-styles y la edad media del público asistente debe de ser 20 años. A las cuatro, abandonamos el garito (que sigue lleno hasta la bandera) y volvemos a casa.

Al día siguiente desayuno con MM a la 1. A continuación emprendemos una búsqueda por toda Ginebra de un regalo para MA. Queremos regalarle una botella de licor de gianduja, pero no la encontramos en ningún sitio. Lo que sí encontramos es un burro de shrek (no diré dónde, que esto lo lee mucha gente) y unas medias. Hemos descubierto un nuevo concepto de regalo, basado en aprovechar los restos de la sociedad de consumo. Como dice MM, total, lo que importa es la intención. Acabamos en can M, decididos a desconectar el cerebro y nos tragamos Battle Royale que supuestamente es un film de culto. Acabada la escabechina de estudiantes japoneses, abandono temporalmente a M y me dirijo a casa de W, donde nos espera una noche de poker, comida asiática y productos de la huerta.
El grumete RM nos deja boquiabiertos y estupefactos cuando nos anuncia que será papá en junio. La partida de poker discurre con dificultad debido a la confusión mental de los participantes que poco a poco van cayendo en sofás y colchones. Las luces se apagan y a las 8 am me vuelvo a casa, dejo al futuro progenitor en la suya, y caigo en la cama.

A las 11 me acerco a Gex a comprar el vino para la cena de fin de temporada de los mozzarella runners. Paso el día en un duermevela espeso y a las siete estoy en Gva, recojo a MM y a RM y vamos a casa de E a ayudar a preparar los gnocchis. Preparar gnocchis para 10 personas no es evidente y las cocinas modernas no pueden calentar rápidamente la cantidad de agua necesaria para hervirlos así que acabamos tomando los gnocchis a las 11 de la noche, pero la preparación ha estado divertida. La velada acaba con la entrega de regalos a MA, que no se acaba de creer lo que está viendo. Llego a casa, me acuesto y comienza el lunes. El LHC no puede esperar, hay que enfriar varios sectores a la vez y estamos desbordados. Me voy al despacho, hoy lunes diecinueve de noviembre, ¡ay!

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya mala vida que llevas, ¿podrás recuperarte? el acelerador te pone en órbita ¿llegará a ponerse en funcionamiento a pesar de esos trabajadores tan jaraneros? te aborro y te adorezco.
Otra cosa: ¿cuándo contaremos con tu grata presencia en esta ciudad? Hay gente que sigue queriendo celebrar el cumpleaños con su chico de ojitos chispeantes (pero no de licores varios). Besos mil de ambos a dos.