Idolos caídos del pop

Quedo el viernes pasado con EGF, el hombre antena, y acabamos en un garito donde legiones de veinteañeros, más una unidad de reserva de veteranos, se agitan al ritmo de los grandes clásicos del pop español de los 80. Si no habían nacido, pienso yo. Y claro que esta música pertenece al pasado de muchos de mis coetáneos, pero tamaña sobredosis resulta difícilmente soportable. A todo esto que aparece en escena Alberto Comesaña, que se hizo famoso con un himno a la felación y posteriormente con su grupo de pop calentito Amistades Peligrosas. Quince años después de sus últimos éxitos, hétele aquí delante de cien personas (en el mejor de los casos) para dar un cutre concierto con la mitad de la música grabada y con una nueva amistad peligrosa. Supongo que será duro para el ego pasar de la adoración de las masas a la indiferencia del público. Para eso mejor morirse relativamente joven, como Antonio Vega, que acaba de morirse hace un rato. En mal estado, pero mejor eso que llegar a viejo arrastrando tu estela de ídolo caído del pop.

PS. Acabo de pensar que se merece más figurar aquí un vídeo de AV que uno de AC. Cuestión de gustos.