Cuando C me propone ir a Cinco Lagunas le digo que vale. Llevaba un par de años sin ir a las montañas abulenses y habían pasado veinte años más o menos desde que en compañía de mi hermano, el señor Pelucas y P hicimos un conato de integral del circo de Gredos que acabó en descenso nocturno por la garganta del Pinar, aunque con eso de que era de noche los recuerdos no están claros.
El caso es que aprovechando que estamos en junio y que los días son largos, empezamos a andar a las 10h30 de la mañana. El sol pica pero no hace calor y el primer tramo del camino, una vez cruzado el puente sobre el Tormes, yo voy despistado con los cantos de los pájaros, a los que oigo pero no veo y a los pocos que veo no los identifico. Llegando al puente hemos identificado, eso sí, a una ciconia ciconia que andaba por la carretera y a un par de upupa epops. Puede que también a un milvus milvus (¿o quizás milvus migrans?) y luego durante la subida se oye el canto del caculus canorus pero no se le ve.
Pero a lo que iba, caminamos tranquilamente hasta que en la zona conocida como el Soto se separan los caminos de la garganta de Gredos y de la del Pinar. Seguimos subiendo y a la hora y pico llegamos a la cabaña de la Barranca. Casi no nos hemos cruzado con nadie aún y continuamos la subida. Después de otro rato largo llegamos a la laguna de Majalaescoba y empezamos a ver ejemplares de capra pyrenaica victoriae y de lagartijas de dos modelos: el marrón normal y el verde fosforito. Ahí ya pensamos que queda poco, pero no, una hoya deslagunada, la hoya de las Berzas, queda en medio y queda un cuestón que subimos trabajosamente hasta llegar a la primera de las cinco lagunas. Ya que hemos llegado hasta aquí, las vemos todas. Comemos encima de la laguna Cimera (o Galana) mientras somos observados por varias capras y llega el momento de empezar a bajar.
Si la subida ha sido larga, la bajada se nos hace larga también, aunque contamos con la motivación de llegar al hotel a cenar antes de las diez y media. Con algo de apuro, y sin duchar, nos sentamos a la mesa a las diez y diez y nos cantan los platos. Prueba superada.
1 comentario:
merveilleux. besos mil
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